Homer decide no ir a la iglesia nunca más después de faltar un domingo. Marge, se opone...
Homer se despierta de un dulce sueño ya que Marge le está gritando para que se prepare para ir a la iglesia y él no quiere ir. Al final no va, y el resto de la familia se marcha sin él a la iglesia. A Homer le encanta pasar las mañanas del domingo solo en casa mirando el fútbol, leyendo revistas...y se promete no ir nunca más a misa.
Por su parte, Marge se opone rotundamente a esta decisión, piensa que algo está pasando en la mente de Bart y reza por él. Debido a todo esto, Bart tiene una visión de Dios: recibe el permiso de Dios en un sueño para pasar de la religión y crear la suya propia.
Ned Flanders y su familia intentan que Homer entre en razón pero no lo consiguen. El siguiente domingo, Homer se vuelve a quedar en casa fumando cigarros. Poco a poco, se queda dormido mientras el cigarro todavía está encendido y su casa se empieza a incendiar. Flanders le salva la vida.
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