En el trabajo, Homer nunca consigue ser el empleado del mes, ya que incluso una simple barra de carbono tiene más puntos que él. Mientras tanto, en la NASA corren malos tiempos, con lo que deciden reclutar a un don nadie para su próxima misión. Naturalmente, Homer y Barney se presentan y quedan finalistas. La familia Simpson se va a Florida para los entrenamientos, y parece que Barney está a punto de ganar, pero le acaba perdiendo su afición por la cerveza. Así que tras el duro proceso de selección, es Homer quien irá al espacio con dos ex astronautas.
Como de costumbre, Homer lo fastidia todo al llevarse patatas fritas al espacio y, aunque al cantante James Taylor se le ocurre una idea para salvar la misión, Homer la fastidia otra vez, y se salvan en el último momento gracias a una simple barra de carbono que se llevará, de nuevo, todo el mérito y el reconocimiento.
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