Earl se encuentra con un recluso llamado Frank que resulta ser un viejo amigo y ex compañero de trabajo de Joy.
Joy aún se siente culpable porque Earl asumió toda responsabilidad y ahora está preso. Decide visitarlo y llevarle muchos regalos. Piensa que si no se hubieran conocido, él no estaría en ese lugar tan horrible lleno de drogadictos, ladrones y gente desagradable. En ese momento se dan cuenta de que uno de los internos, Frank, es un viejo amigo al que no ven hace siete años. Pero no sabían que era un amigo en común. Joy lo conoce del Crab Shack y Earl desde que lo echaron junto a Randy de la casa de sus padres. Recordarán viejas épocas.
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