La amante de Gori, el jefe de Fabbri, es asesinada. Gori se encontraba en el apartamento de la víctima en el momento del crimen, pero como había tomado un somnífero, no se enteró de nada.
Sin embargo, el portero del edificio le incrimina y Gori es suspendido de su empleo. Fabbri está convencido de su inocencia, por lo que convence al juez de que le de 24 horas para investigar el caso y evitar el encarcelamiento de su jefe.
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