El equipo viaja a Akron, Ohio, donde dos matrimonios han sido asesinados en una semana. Ambos maridos, que habían tomado Viagra, recibieron un disparo mientras apuñalaban a sus esposas. Además, las dos parejas habían sido obligadas a tener sexo con un preservativo.
Morgan y Prentiss determinan que el responsable no es sádico, puesto que trataba de crear un ambiente romántico para los asesinatos, y que seguramente estaba tratando de compensar un problema de impotencia.
Tras interrogar a las familias de las víctimas, el equipo determina que los maridos son la clave para encontrar al culpable.
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