Una joven sin identificar aparece con el cuerpo lleno de heridas junto a un acantilado. La chica, que no está muerta, parece haberse caído por el precipicio. Las heridas son muy parecidas a las del cadáver de otra chica hallado tres años atrás en la misma zona.
El equipo llega a la conclusión de que el responsable es un sádico sexual que secuestra a mujeres y las mantiene cautivas, y que esta chica probablemente vio la oportunidad de escapar. Los investigadores pronto encuentran una zanja llena de cadáveres de mujeres rubias.
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