Tras pasar cinco años apartado en la división de Tráfico de Portland por comportamiento auto-destructivo, el detective Everett Backstrom se hace cargo de la Unidad de Crímenes Especiales. En su primera investigación, Backstrom y su equipo deben esclarecer la extraña muerte de un universitario, hijo de un senador. Las técnicas poco ortodoxas de Everett y las habilidades de su equipo serán claves para la identificación del asesino.
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