Hasta ahora, Tony nunca se había acercado Viena, la capital de Austria, en Sin Reservas...
Hasta ahora, Tony nunca se había acercado Viena, la capital de Austria, en Sin Reservas. Quizá fuese porque la ciudad es famosa por sus dulces y pasteles, que no le interesan demasiado, o quizá porque le recuerda a Sonrisas y lágrimas, que no es su película favorita
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