Equipado con su guía del ferrocarril de 1913, Michael Portillo recorre la frontera del Imperio Habsburgo desde Viena, atravesando el fascinante paso alpino de Semmering sobre una línea férrea construida en el siglo XIX. El viaje lo lleva a atravesar varios países que hace un siglo formaban parte del Imperio Austro-Húngaro. Su destino es Trieste, a orillas del Adriático.
Comentarios