Basándose en sus sueños premonitorios, Reid decide quedarse en Las Vegas para descubrir si su padre, que les abandonó a su madre y a él cuando era pequeño, asesinó a Riley Jenkins cuando él tenía cuatro años. Rossi y Morgan se quedan con él para ayudarle a investigar. El agente descubre que su padre ha vivido fuera de Las Vegas todos estos años, por lo que va a buscarle y le habla de sus recuerdos.
Justo después de su visita, una fuente anónima le proporciona otro sospechoso del asesinato. Reid decide entonces someterse a hipnosis y obtiene sorprendentes resultados. Entre otras cosas, descubre que su madre también ha estado bloqueando sus recuerdos sobre el crimen. La mujer deja de tomar su medicación para poder recordar lo que sucedió aquella noche y que es la causa de su desequilibrio mental.
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