Spencer comete un error absurdo que provoca que los chicos pierdan el dominio web iCarly.com. El chaval cambia de tarjeta de crédito y cancela la anterior, provocando una suspensión automática de la propiedad de la página.
Las cosas se ponen aún más feas cuando descubren que alguien se ha apresurado a comprar el dominio antes que ellos. Se trata Nevel, quien no parece estar dispuesto a devolvérselo.
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