Adictos al amor

Tras ser abandonados por sus respectivas parejas, dos jóvenes, Sam y Maggie, deciden unir fuerzas para vengarse de ellos...

Artística: 2/5

Comercial: 3/5

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Sinopsis

Linda es una profesora que decide marcharse a Manhattan después de recibir una atractiva oferta de trabajo. Su novio, Sam, al ver que no quiere regresar, decide ir en su busca a la ciudad de los rascacielos, donde descubre que su amada yace en los brazos de otro. De repente, aparece Maggie, la ex del nuevo novio de Linda, que le propone a Sam unirse en pareja vengativa para terminar con el noviazgo de sus amados.

Esta comedia sentimental significó la 'opera prima' como director del actor de '¡Jo, qué noche!' Griffin Dune. Protagonizada por dos habituales del género, Meg Ryan (imparable desde que destacara con 'Cuando Harry encontró a Sally') y Matthew Broderick ('Todo en un día'), la propuesta que nos ocupa tiene un toque de acidez bastante superior a la media y poco habitual en la filmografía de ambos intérpretes. Quizás por ello, y aunque las cifras no fueron nada desdeñables, no funcionó en taquilla igual que otros proyectos de los actores.

Como curiosidad, el largometraje debe su título original a la pegadiza canción de Robert Palmer 'Addicted to Love'.