El Bentley con su rejilla frontal tan reconocible y su clásico interior de madera, es un coche en el que pocas cosas cambian de una generación a la siguiente. Sin embargo, este otoño, la casa está reconvirtiendo su modelo insignia. Ha renunciado a las líneas de montaje tradicionales y superando a toda la competencia en cuanto a nivel de personalización, más del noventa por ciento de los Mulsannes van a estar fabricados a medida para sus compradores. La potencia y el lujo se fusionan en estos automóviles de Bentley fabricados a mano.
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