Zay Harding viaja hasta el norte de Siberia en pleno invierno, al corazón del Círculo Ártico, recorriendo unas de las líneas férreas más septentrionales del mundo. Los trenes de hielo de Siberia, que se enfrentan a una temperatura media de veinte grados bajo cero y a grandes nevadas, son los más resistentes de todos los trenes.
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