Belén se encuentra en el antiguo camino que une Jerusalén y Hebrón. Al igual que los monasterios, conventos e iglesias que rodean la Basílica de la Natividad, esta ruta de peregrinación fue catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. A pesar de que millones de personas visitan cada año estos lugares sagrados, el camino pasa desapercibido. Belén es una ciudad en la que musulmanes y cristianos conviven en paz. Pocas veces se consigue captar con una cámara el ambiente sagrado de estos lugares y la devoción de los peregrinos.
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