Equipado con su Guía Bradshaw del Ferrocarril Continental de 1913, Michael Portillo viaja hacia el este a través de los campos de rosas de Bulgaria, recordando la independencia de la nación a principios del siglo XX. Su viaje por los Balcanes sigue la ruta histórica del Orient Express. El destino de su viaje es Estambul, que hace un siglo se llamaba Constantinopla, una ciudad multiétnica en la que Europa y Asia se encuentran... a través de un tren subterráneo.
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