El hombre acusado de asesinar a la última víctima del caso de los anónimos señala directamente a Gerardo como culpable de urdir la trama. El comisario vivirá una angustiosa situación al ponerse en duda su trabajo y su trayectoria profesional. Mientras, un joven de origen colombiano muere ahorcado en la habitación de un hospital donde se recuperaba de un accidente automovilístico. Charlie y Pope reconstruyen las últimas horas de vida del fallecido que revelan que podría tratarse de un ajuste entre bandas de latinos.
Ángela y Lucas se hacen cargo de la investigación del cadáver de un hombre que aparece en un descampado asesinado de forma muy cruenta. La víctima estaba en la cárcel por violación y asesinato y disfrutaba de unos días de permiso penitenciario. Los agentes descubren que el presidiario aseguraba ser inocente de los cargos por los que cumplía condena y deberán tirar del hilo de esta historia del pasado para solucionar el caso. Además, Lucas intentará ayudar a la mujer que testificó contra su marido en un juicio y fue agredida posteriormente. A pesar del programa de protección de testigos, la joven está convencida de que la persiguen.
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