Durante una visita a Cleveland, Rossi recibe una llamada de Zoe Hawkes, una estudiante de criminología que le explica que últimamente ha habido un aumento del número de crímenes en la ciudad y que cree que el responsable es un asesino en serie. La investigadora no encuentra motivos para creerlo porque, aparentemente, los crímenes no tienen nada en común.
Pronto, Zoe es asesinada mientras buscaba pistas para tratar de resolver ella misma el caso y la Unidad de Análisis de la Conducta empieza a tomárselo más en serio. Los investigadores descubren que cada modus operandi es una réplica del de un famoso asesino en serie.
Mientras los investigadores buscan al responsable antes de que vuelva a matar, Rossi trata de paliar el sentimiento de culpabilidad por la muerte de la joven Zoe.
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