Brennan y Booth deberán hacerse cargo temporalmente del bebé de una víctima de asesinato...
Brennan y Booth llegan al escenario de un crimen: un coche se ha salido de la carretera y ha chocado contra un árbol. Dentro están los restos carbonizados de una mujer y hay indicios de la presencia de un bebé en el momento del accidente, a pesar de no encontrarse ningún otro cuerpo. Unos lloros conducen a la antropóloga a la rama de un árbol donde yace la cuna del bebé de la fallecida con el niño dentro, milagrosamente sin un rasguño.
El FBI designa al agente y la científica para que se hagan cargo del retoño, mientras no averigüen quién es el responsable de la muerte de la madre, a quien el equipo identifica como una trabajadora de una planta de reciclaje de un pequeño pueblo de Virginia, en el que encuentran un variado rango de sospechosos. Mientras tanto, los compañeros de Brennan están fascinados con la presencia del pequeño y la afinidad que se ha creado entre él y la antropóloga forense.
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