El cadáver de un niño de 14 años aparece en un aparcamiento. La víctima, llamada Will Sutter, tiene restos de sangre bajo las uñas. Cuando la analizan, descubren que pertenece a Simon Rose, un hombre que está en prisión por el asesinato de su esposa y que resulta ser el padre de Will.
Los forenses interrogan a los allegados del niño, que les explican que el joven no iba nunca solo, sino que siempre salía con sus dos amigos Mason y Steve. Los dos chicos, sin embargo, les dicen que ya no quedaban con él porque les parecía demasiado infantil.
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