La señorita Krabappel comienza su día a las 6:30 horas y se prepara para otra jornada con los estudiantes de enseñanza primaria de Springfield. Aunque la profesora trata de mantener una actitud positiva, se frustra cuando los teléfonos móviles de sus estudiantes interrumpen la clase. Ella los confisca y los niños, enojados, se reúnen con Bart para analizar la situación. El joven Simpson llega a la conclusión de que Krabappel necesita relajarse y decide echarle alcohol en el café para emborracharla.
El director Skinner la encuentra cantando y riendo y no tiene más remedio que despedirla. Bart está triste por el resultado e intenta solucionarlo.
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