Jill empieza a estresarse con las entrevistas con las posibles escuelas infantiles para los gemelos al darse cuenta de que es la única madre que todavía no ha tenido noticias de los colegios. Andy le cuenta a Jill que su madre quiere que toda la familia asista a una entrevista con un prestigioso cementerio con una larga lista de espera, al cual sólo se puede acceder con invitación. Jill no causa una buena primera impresión y debe apañárselas después para asegurar a la familia el perfecto lugar de descanso.
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