Los recuerdos de Juan Elías vuelven a su cabeza de manera arrolladora y le ponen en una situación límite. Tras descubrir que Ana está encerrada en un sótano secreto de la casa de Héctor Castro, Elías tiene que terminar lo que dejó a medias aquella fatídica noche. El abogado se ve abocado a decidir entre la verdad y la mentira, entre lo correcto y lo necesario, entre Alicia y Eva.
Ajenos a los nuevos acontecimientos relacionados con Ana, el inspector Giralt y Eva siguen avanzando en su investigación. Por su parte, Santi Mur, muy afectado por la muerte de su hermana Charry y por lo que le dijo Alicia, pone cartas en el asunto.
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